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El sueño para muchos cirujanos desde siempre ha sido realizar operaciones que no dejen marca en los pacientes, lo que anteriormente era casi imposible ya que la técnica más avanzada era aquella que dejaba apenas una línea en la piel de las personas. Sin embargo en la actualidad la medicina se ha desarrollado a tal grado, que ahora es posible salir del quirófano sin que la intervención deje alguna huella.
El procedimiento más novedoso actualmente es el de Puerto único, que consiste en introducir los instrumentos a través del ombligo, de modo que se aprovecha una zona que en sí ya es una cicatriz. Esta técnica ya se utiliza en el Hospital Angeles Torreón, donde se han realizado seis operaciones de este tipo, en las cuales solo se han dejado incisiones de 2.5 cm. en el ombligo.
Los inicios de la laparoscopia datan de principios del siglo XX, en que se utilizaron instrumentos rudimentarios para observar el interior de la cavidad abdominal, procedimiento que se denominó Celioscopia. La primera laparoscopia en un humano se realizó en 1987 por Philipe Mouret, en Lyon, Francia. A partir de ese momento, la tecnología del instrumental laparoscópico y la óptica se han desarrollado en forma importante, pero sin modificar la esencia de la técnica, basada en la triangulación del instrumental introducido a través de varios puertos colocados en la cavidad.
Cuando inició la laparoscopia todo el desarrollo tecnológico se concentró en hacer mejores pinzas, mejores ópticas para los lentes, los aparatos, pero la esencia de la cirugía era la misma: hacer varias incisiones.
El primer intento de hacer una cirugía sin dejar huella fue con la implementación de la cirugía a través de Orificios Naturales (NOTES, por sus siglas en inglés), al efectuarse en abril de 2007 la primera colecistectomía sin huella, utilizando un endoscopio con doble canal de trabajo a través de la pared de la vagina. La propuesta prometía más de lo que lograba, pues el instrumental era costoso y la técnica difícil.
La Cirugía Laparoscópica de Puerto único (LESS, por sus siglas en inglés), es la primera gran revolución de la cirugía laparoscópica desde su concepción. Uno de los mayores objetivos de la misma, es la mínima invasión y, con esto, se logra el cometido terapéutico a través del ombligo, con lo que se obtiene el mayor anhelo de los cirujanos de conseguir una operación sin huella.
Ahora se introducen todos los instrumentos por un solo puerto; el ombligo, que finalmente es una cicatriz, entonces no es tan preocupante dejar una marca donde ya hay una marca; es un orificio natural del cuerpo que nos da el diámetro necesario para introducir un aparato especial para que pasen los instrumentos.
La técnica de Puerto único no representa mayores costos que la cirugía laparoscópica convencional, sólo es necesario un instrumental diseñado especialmente para trabajar a través de una sola vía. Es muy importante que el procedimiento sea realizado por un cirujano entrenado en procedimientos laparoscópicos avanzados.
Las intervenciones más comunes que se realizan por medio de la técnica de Puerto único, son:
Colecistectomía (Cirugía de Vesícula)
Apendicectomía
Biopsia Hepática
Quistes de ovario